Se lo llevaron.

El “padre” Manuel Tobaja Villegas, quien protagonizó pintorescos incidentes en la Isla al hacerse pasar por sacerdote y estafar a varios curas, monjas y feligreses, fue deportado a su patria, España, tras extinguir una condena de seis años en Puerto Rico por cargos de apropiación ilegal e impostura.

“Padre Manolo”, también bautizado como “ el cura fatulo”, fue deportado el 15 de diciembre de 2007, por el Servicio de Inmigración y Control de Aduana federal (ICE) luego que la Administración de Corrección les entregara la custodia, el 5 de noviembre de 2007, al concluir su condena.

“Como funcionamos es que si un extranjero está viviendo aquí de forma permanente y comete un delito, las autoridades locales nos lo comunican y se coloca un documento en el expediente para que se nos entregue cuando sea liberado”, explicó el portavoz de ICE, Iván Ortiz.

Dos agentes de ICE lo escoltaron hasta España, donde fue entregado a las autoridades.

Contra Tobaja Villegas pesaba una petición de extradición solicitada por España a Estados Unidos -ya que enfrenta acusaciones por estafa- y cuyo diligenciamiento se había paralizado en espera de que “el cura” cumpliera su pena. Luego, la Fiscalía federal solicitó el archivo del caso.

El agregado del Consulado de España en Puerto Rico, Gabino Iglesias, indicó que como parte del proceso de deportación tuvieron que prepararle un salvoconducto.

“Es un señor muy complicado. Vino la familia a verlo y les decía que tenía guiones de cine. Eso le decía a su familia, gente humilde, campesina, que lo vinieron a ver: ‘No. yo voy a salir enseguida. Yo vendí un guión de la historia de la fuga’, relató el diplomático, en referencia a la “gran fuga” ante las propias narices de las autoridades correccionales.

“Es un hombre pacífico, docto en filosofía y literatura. Era un buen restaurador. Pero, estaba un poco...”, comentó.

Desde que Tobaja Villegas llegó a Puerto Rico, en agosto de 2000, se hizo pasar por sacerdote católico de la Diócesis de Sevilla, en España.

Éste acudía a la parroquia San Jorge, en Santurce, y comenzó a oficiar misas en esa iglesia en octubre. Según la investigación del Negociado de Investigaciones Especiales ( NIE), el sevillano les dijo a las autoridades religiosas que “le habían robado la cartera con todos sus documentos”.

Pasado un tiempo, comenzaron los cuestionamientos en torno a las acciones extrañas e irregulares del “sacerdote”, como no presentar la ofrenda durante las misas y dar sermones con principios distintos a los de la Iglesia Católica.

En el juicio contra el “cura fatulo”, el párroco de San Jorge declaró que le prestó $1,075 porque éste le dijo que “carecía de efectivo para comprar unos pasajes para regresar a España”.

El sacerdote indicó que Tobaja le había asegurado que tenía riquezas en España y que le pagaría el dinero prestado.

Entre las “proezas” y ejecutorias del cura en la Isla figuran: la celebración de 77 misas, tres bodas, dos bautismos y varias confesiones.

Se le imputó el apropiarse de colectas y del dinero de un convento de religiosas.

A los pocos meses de estar en la cárcel, el 12 de octubre de 2001, se fugó de la Penitenciaría Estatal de Río Piedras, saliendo por la puerta con una orden falsa de excarcelación, lo que le valió otra condena.